⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ 5 Historias de Amor en la Vida Real
Aunque hay muchas novelas desgarradoras sobre el amor, como "Romeo y Julieta" de Shakespeare, también hay algunas que se llaman las historias de amor más bellas. Aquí están algunos de los mejores:
Cada historia de amor es única y tan importante como otras historias de amor. Algunos no se basan en el romance, otros son muy románticos. Todo depende de la persona y el factor importante es el tiempo que llevan juntos. Para mí, esta es la verdadera prueba del amor.
Johnny y June Cash
Se conocieron cuando ambos ya estaban casados con otras personas y se enamoraron después de convertirse en buenos amigos. Johnny tenía un historial de abuso de drogas, adulterio y problemas con la familia y June tenía que intervenir cada vez y ayudarlo a superarlos. Ella era la única persona que siempre estuvo a su lado, y finalmente en 1966, ambos se divorciaron de sus respectivos cónyuges y se juntaron. Sin embargo, June se negó a casarse con Johnny hasta que este pusiera su vida en orden. Por lo tanto, trabajó en sí mismo y, finalmente, después de la trigésima propuesta, ella finalmente aceptó, y continuaron viviendo juntos durante casi 35 años y murieron con 4 meses de diferencia.
F. Scott y Zelda Fitzgerald
Esta pareja es conocida por su romance vertiginoso. F. Scott conoció a Zelda en una fiesta durante la guerra y se enamoró de ella instantáneamente. Sin embargo, ella se negó a casarse con él debido a sus bajos ingresos.
Esperó una oportunidad y después de ser licenciado del ejército, se puso a escribir. Una vez que los editores aceptaron su primera novela, inmediatamente le escribió a Zelda, quien esta vez aceptó su propuesta. Allí comenzó un torbellino de muestras escandalosas de sus sentimientos.
Recorrían Nueva York durante los años 20, iban de fiesta en fiesta, se atrevían a saltar juntos desde los acantilados y ambos se ponían locamente celosos cuando el otro se interesaba en otra persona del sexo opuesto. Lamentablemente, después de unos años, Zelda tuvo que ser internada por su estado mental y F. Scott cayó en alcoholismo, que al final lo mató. Zelda también murió debido a un incendio en el hospital donde estaba dentro de una habitación cerrada.
Sin embargo, su amor se convirtió en una sensación solo después de sus muertes, haciendo famosos a muchos de sus libros.
La reina Victoria y el príncipe Alberto
Reunidos para contraer un matrimonio arreglado, tanto Victoria como Alberto se enamoraron instantáneamente, lo cual era muy raro en estos casos. Ambos estaban muy enamorados y se apoyaban mutuamente en todo.
El príncipe Alberto se hizo cargo de algunos deberes que la Reina tenía que hacer, y ella nunca tomaba ninguna decisión sin su permiso. Durante 21 años, gobernaron juntos, tuvieron nueve hijos en total y llevaron a Gran Bretaña a su estado más grande. Desafortunadamente, 25 años después del matrimonio, el príncipe Alberto murió debido a un ataque del tifus.
La reina Victoria vivió en el aislamiento durante 5 años antes de volver a asumir sus deberes, pero permaneció de luto por el resto de su reinado, es decir, por 40 años. Cuando ella murió, su única solicitud fue ser enterrada con el camisón de Alberto en una mano y un mechón de su cabello en la otra. Lo más triste de esta historia es que pasó más tiempo lamentando su muerte que viviendo con él.
Ronald y Nancy Reagan
Desde el comienzo de sus carreras, Ronald y Nancy se enamoraron muchísimo. Se conocieron mientras él era el presidente del sindicato de actores de cine, y ella era una actriz principiante.
La chispa entre ellos nunca se fue durante su cortejo de 3 años y matrimonio e incluso su periodo como presidente de los Estados Unidos de América. Su historia de amor fue llamada "la más grande en la historia de la Presidencia de los Estados Unidos", y a menudo se les podía ver mostrar su cariño en público.
Grace Kelly y príncipe Rainiero III
Grace, una actriz ganadora de Oscar e icono de la moda, conoció a Rainiero III, el príncipe de Mónaco, en el festival de cine de Cannes en 1955. Rainiero se enamoró de ella de inmediato y comenzó una correspondencia por correo aéreo.
Su relación fue como una vorágine y un año después, se casaron y ella se convirtió en la princesa de Mónaco y en una filántropa.